Hace unos días me encontraba delante de la pantalla de litio de mi baño, mirando el noticiario de la mañana. Mi pulsómetro digital me indicaba que tenía unas cuantas décimas de fiebre. ¡Vaya invento este! A mis 40 años y con 20 de carrera profesional, ya no sé con qué más innovar. Mis hijos dicen que me estoy quedando anticuado, pero yo pienso: después de tantos años enseñando lengua y literatura y de haber utilizado las mayores tecnologías al alcance de la mano humana (desde utilizar la placa holográfica hasta hacer videoconferencias en el tiempo con Lorca) y, ahora, mi mente vuelve un poco al pasado, de cómo era la enseñanza hace 15 años, los instrumentos rudimentarios que se utilizaban y las aplicaciones más famosas que hoy día están obsoletas.
Decidí entonces que debía "sorprender" a un alumnado que estaba demasiado cómodo utilizando las tecnologías (que no son nuevas) e innovar, buscando en mi baúl de los recuerdos. Ese baúl es un gran procesador personal con una pantalla de rayos catódicos casi tan grande como una pizarra de 4x4. Esta vieja herramienta se encuentra cogiendo polvo en el desván de casa de mis padres. Rezaría solo por encontrar unos enchufes de esa época y que los sigan vendiendo por eBay. Desde que a través de las conexiones wireless se pueden cargar inalámbricamente los dispositivos digitales, han desaparecido casi todos los puertos de red eléctrica. Hace más de 15 años que no enciendo mi primer pc personal que fue comprado por mis padres en el año 2000. Menuda cápsula del tiempo me voy a encontrar.
Cuando llegué del CEU (Centro Educativo Universal) decidí ir al desván de mis padres y recoger el dichoso armatoste. Lo coloqué en una vieja mesa de mi despacho, ya que todo lo imprescindible está colgado en la pared a base de pantallas digitales. Encontré por eBay un viejo ladrón de 6€ y lo conecté. La luz parpadeó. Milagro. La pantalla se ve con los colores distorsionados pero funciona. Una complicación más me surgió. ¿Cómo voy a extraer los materiales que en él se encuentran? ¿Un disquete? Este ordenador prehistórico ni de lejos tiene conexión wi-fi 8.0 Fast&Furious, pero afortunadamente aún me quedan algunos pendrives por mi cajón. Una vez conseguido medianamente encender el pc, comencé a navegar por las carpetas.
Fotos año 2001, Música Verano 03....recuerdos que invaden mi mente. Por fin, encuentré lo que buscaba: plantillas del Juego de la Oca lingüístico, crucigramas literarios y el buscaminas sintáctico. Juegos educativos que puedo utilizar con mis alumnos y sus GoogleGlass al 100%. Ya es hora de retrotrarerlos al mundo terrano y que vuelvan a coger el lapicero aunque sea una vez a la semana. Allá por el año 2015 hablabamos de qué la tecnología sería el futuro de la educación. Hoy debemos de volver a los antiguos postulados de la enseñanza tradicional para seguir avanzando. Siempre un tiempo pasado fue mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario