Nunca he sido muy amiga de las nuevas tecnologías, pero en la actualidad no utilizar Internet ni saber usar ciertas herramientas hace que no estemos en consonancia con los tiempos que corren y, además, nuestra vida académica y profesional nos empuja y obliga cada día más a usarlas. Hoy en día vivo completamente enganchada al teléfono móvil y, aunque podría prescindir de él si fuera necesario, es una de las nuevas tecnologías que considero esenciales en la vida diaria. Si por algún motivo comencé a usar el ordenador fue, como supongo que a muchos os habrá pasado, porque en la etapa de la ESO y, sobre todo en Bachillerato, se nos obligaba a entregar así los trabajos. Para ello, siempre Word fue mi gran aliado. Ahora, sin embargo, también utilizo Open Office, según el ordenador en el que esté realizándolo. Además siempre he acompañado esas entregas, en caso de que fuera necesario, con alguna presentación en Power Point, algo que he seguido utilizando durante toda la carrera universitaria en cada presentación que realizábamos en el aula. Algunos compañeros se han atrevido con la nueva herramienta Prezi. Personalmente, aún no estoy familiarizada con ella, pero haciendo honor al dicho: "renovarse o morir", presiento que en breve empezaré a incorporarla como herramienta de trabajo.
Ya entrada en la adolescencia comencé a interesarme por algunas herramientas TIC que no tenían nada que ver con el mundo académico. Hablo de redes sociales como por ejemplo Fotolog, Tuenti, Messenger, Facebook... Cada una de ellas puedo relacionarlas con una etapa diferente de mi vida. Sin embargo, en la actualidad, Twitter, Instagram y Whatsapp son las tres que más utilizo. La última de ellas se ha convertido en una plataforma vital, pues muchos de nosotros nos comunicamos a diario en ella, de tal forma que, para mí, el hecho de realizar una llamada telefónica ha quedado bastante en el olvido a no ser que el asunto a tratar tenga especial relevancia. Pero el hecho de que sean redes sociales no significa que no puedan utilizarse en la vida académica y laboral. Infinidad de páginas de Facebook dedicadas a autores o incluso en Twitter, donde plataformas como el Centro Virtual Cervantes o la RAE actualizan sus estados con los nuevos actos programados o información de interés para quienes las seguimos, se han convertido en la mejor manera de mantenernos al día de las novedades en las que trabajan y posibilitan la consulta de dudas lingüísticas, como es el caso de la RAE, aplicación que no falta en mi teléfono móvil y que consulto con asiduidad.
La diversión entra dentro de las herramientas TIC para mí en forma de Vine y Youtube. Pero esta última se ha convertido también en herramienta profesional al disponer de material documental en el que aprendes a la vez que te entretienes. Material que, en muchas ocasiones, ha sido de gran apoyo en las exposiciones orales académicas de las que hablaba anteriormente. Por otro lado, Skype, herramienta que también he usado para charlar con amigos a los que no puedo ver frecuentemente, me parece muy interesante ya que, el hecho de dar clase utilizándola me parece un hecho, una realidad que seguro que se usa en muchos cursos on line y que, estoy convencida, de que se hará más efectiva en unos cuantos años.
Gracias a amigos de la universidad he ido creciendo en este mundo de las TIC, por lo que no puedo terminar esta entrada sin citar Dropbox y Google Drive. La primera herramienta me ha ayudado a la hora de compartir material con los compañeros de una manera rápida y cómoda, pero, sin duda, el gran descubrimiento para mí fue Google Drive, ya que el hecho de realizar un trabajo en grupo en el que, estés a la distancia que estés, todos sus miembros puedan estar modificando el escrito a la vez y visualizando lo que cada persona aporta, ha sido todo un avance.
Espero, cuando acabe la asignatura, haberme familiarizado más con las TIC, gracias también a las aportaciones de mis compañeros, e incorporar muchas más a mi vida en un futuro laboral, ya que enseñar con TIC es mucho más atractivo para el alumnado y, además, se comparte la información de manera rápida y cómoda, pues no hay más que ver cómo nosotros mismos podemos descargarnos del Campus Virtual un material colgado por un profesor tan solo unos minutos antes de que dé comienzo la clase y poder disponer de él en unos sencillos pasos. Por lo tanto aprendemos mediante el uso de ellas sí y debemos dirigir a nuestros alumnos a un buen uso de las mismas.
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