Viviendo la vida 2.0.
Somos nativos digitales. Y como tales, ya no vivimos la vida como se hacía hace 20 años. Ni tan siquiera como hace 10. Incluso ni como hace 5. La evolución de la vida 2.0 es tan rápida en si misma, que no nos da tiempo ni a respirar. Ya no hace falta asistir a un aula para obtener un título oficial, ni hace falta quedar en persona con alguien para comentar cualquier cosa cotidiana, ni tan si quiera debemos tener dinero en forma física para comprar....solo debemos darle click a una tecla (ni tan si quiera eso, porque ahora las pantallas son de cristal líquido).
Mi primer ordenador con conexión a internet, lo obtuve a la edad temprana de 11 años, allá por el final del siglo XX. Mi primer movil con conexión WAP lo tuve a los 12. Mi primer correo lo registré sin saber aún que significaba eso del "e-mail". Un bombardeo de información digital que se digiere con la práctica, con el uso, el uso de palabras, términos y demás anglicismos que nos invaden constantemente. Pero claro, ponte a explicar esta nueva forma de vida a una persona que vivió la transición española o incluso la guerra civil. Aprender a vivir en la era digital no se explica, sino se vive día a día.
Aunque, si tenemos que enumerar una serie de herramientas digitales que hemos utilizado o que seguimos utilizando, la mayoría de ellas nacieron entre el 2006 y el 2015. Eso ya es decir, porque la tecnología no corre, sino vuela.
La primera que diría sería el Fotolog. Aquella (ya extinguida) forma de transformar tu vida social en un reality. ¿Quién no tenía uno allá por el 2007?. No eras nadie sin Fotolog. Hoy no eres nadie si no dejaste de usarlo. La tecnología se basa en modas. Lo que hoy es "lo máximo", mañana será retro.
El Fotolog hoy día lo llamaríamos videolog o blog a secas. Una buena forma inicial de motivar a los alumnos, permitiendo mostrar sus dotes de egolatría.
Otra plataforma muy interesante es YouTube. Ese "gran hermano" mundial que nos vigila y controla. Cuando estaba en el insti, una profesora nos preguntó cual era la www que más visitábamos y mayoría dijimos YouTube. Todo está ahí. O casi. La creatividad reside en la capacidad de transformar tu vida en un video. Pero como todo, también está a punto de extinguirse, porque ahora todo está en Twitter.
¿Qué decir de Twitter?. Las miles y miles de posibilidades que ofrece no son nada comparadas con las miles y miles de ventajas que encontramos. Desde hacer que un clásico de la literatura se vuelva "trending topic" hasta gestionar una clase de 30 alumnos desde tu smartphone. Una ventana abierta al mundo, donde las opiniones y las ideas se entrelazan, donde la edad no importa, ni la fama, ni los títulos, ni la inteligencia, sólo importa tu capacidad de expresarte y argumentar. De absorber un conocimiento ajeno y hacerlo tuyo. Donde el texto, ya no es hipertexto, sino un texto infinito que nunca deja de cerrarse. Un mar de posibilidades.
Pero ahora bien, todo esto no es nada comparado con el gran protagonista desde principios de siglo, el buscador. Ya sea google, altavista, yahoo o el archiconocido Rastreator. Esta herramienta clave es la que ha propiciado que muchos conozcamos que ocurre en el otro extremo del mundo, que encontremos pareja o simplemente leamos obras que jamás pensaríamos que existían. Una buena herramienta de inicio para nuestros alumnos, enseñándoles a rebatir que tipo de información es la más adecuada.
Pero no nos quedemos en la superficie de las palabras, hablemos de las fotos. Hablemos del "selfie". Aplicaciones como Instagram, Pinterest o Snapchat, también nos sirven para expresar un conocimiento o simplemente una interactuación social. Aquí entran los símbolos y el significado lingüístico que nosotros mismos le demos a estas imágenes. Una gran fuente de motivación y empatía, que hoy día son nuestras grandes aliadas para enfrentarnos a nuestros pupilos.
Y como seguimos hablando de como la tecnología avanza, hablemos de como vemos este bombardeo de vida 2.0 de cara en un aula.
Mi premisa es la siguiente: Absorber-Transformar-Devolver.
Es decir, absorber la realidad del alumno, transformándola a nuestra beneficio y aportándole nuestros conocimientos, para así devolvérsela y que le aprendizaje sea motivador y significativo. Yo creo que esta es la formula mágica para que nuestros alumnos sientan que no les abandonamos a su suerte y que vivimos y entendemos su propia realidad. Que sepan que nosotros también vivimos la vida 2.0 y que lo que ellos están viviendo, nosotros ya lo vivimos. Así, creamos una empatía que ayuda de una manera constructiva y significativa al aprendizaje.
Y como la vida 2.0 avanza por si sola, dejemos que lo haga.
Nosotros seguiremos comentándola.
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